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CIUDAD DE MÉXICO.- Con el 2025 en marcha, los Diablos Rojos del México están a las puertas de lograr un hito sin precedentes en el deporte profesional del país. Tras conquistar los títulos de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP), el equipo busca sumar un tercer campeonato con Diablos Rojos Femenil, que disputará la final de la Liga Mexicana de Softbol (LMS) ante Sultanes Femenil.
Diablos Rojos, una franquicia multideportiva ganadora
La organización escarlata ha tenido un año de ensueño. En septiembre pasado, el equipo de beisbol rompió una sequía de 10 años al conseguir su 17º campeonato de la LMB, consolidándose como la franquicia más ganadora de la liga. Meses después, Diablos Basquetbol hizo historia al coronarse en la LNBP en su temporada de debut. Ahora, el equipo femenil de softbol tiene la oportunidad de cerrar con broche de oro este ciclo.
«Siendo Diablos Rojos, tenemos que buscar ser los mejores», afirmó Santiago Harp, reflejando la mentalidad ganadora que caracteriza a la institución. «Esto es lo que hemos soñado y ahora se está haciendo realidad. Hay que dar el último paso sin confiarnos en la final».
Diablos Femenil, a la caza del campeonato en la LMS
Diablos Rojos Femenil ha dominado la temporada de la LMS, terminando en la cima de la clasificación con una impresionante marca de 23-5. El equipo cuenta con figuras destacadas como Megan Faraimo, líder en pitcheo, y Jazmyn Jackson, ganadora de la Triple Corona de bateo.
Sin embargo, el reto final no será fácil. Enfrentarán a Sultanes Femenil, un rival que llega en gran momento tras ganar 20 de sus últimos 24 encuentros, incluyendo playoffs. La serie final iniciará el martes en el Estadio Mobil Super, con un formato al mejor de cinco juegos.
De conquistar el título, los Diablos Rojos del México harían historia como la primera franquicia mexicana en lograr tres campeonatos profesionales en un solo ciclo.
«Todos los equipos quieren ganar, esa es la esencia de esta liga tan competitiva», comentó el vicepresidente de la organización. «Pero confiamos en nuestro equipo, en su unión y en su capacidad para conseguir el objetivo».
La mesa está servida para que los Diablos Rojos inscriban su nombre con letras doradas en la historia del deporte mexicano.
