
Héctor Herrera
Factor
Saltillo, Coahuila. Ante la amenaza de sanciones arancelarias por parte de Estados Unidos al acero y aluminio, el líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Coahuila, Tereso Medina Ramírez, afirmó que, aunque confía en que no se apliquen, la incertidumbre ya está afectando la industria y el empleo en la entidad.
Medina Ramírez explicó que, debido a la posibilidad de estos aranceles, se han pausado contrataciones, revisiones de contratos y aumentos salariales, al menos hasta marzo, cuando se determine si la medida se llevará a cabo o no. La falta de claridad en este tema mantiene en vilo a trabajadores y empresarios del sector manufacturero.
El líder sindical advirtió que, de concretarse las sanciones comerciales, el impacto en el empleo sería significativo. Estimó que alrededor de 300 mil puestos de trabajo en Coahuila estarían en riesgo, principalmente en regiones clave como la Sureste, Centro, Carbonífera y la Comarca Lagunera, donde la industria metalúrgica y manufacturera tiene un peso fundamental.
«La industria del acero y aluminio es una columna vertebral para la economía del estado. Si estos aranceles se imponen, habrá repercusiones graves en la competitividad de las empresas y, por lo tanto, en la estabilidad laboral de miles de familias», expresó Medina Ramírez.
El dirigente sindical hizo un llamado a las autoridades mexicanas y a los representantes del sector empresarial para que continúen las negociaciones con Estados Unidos, con el objetivo de evitar medidas que podrían afectar tanto a los trabajadores como a la economía regional.
El sector metalúrgico en Coahuila ha sido históricamente uno de los principales motores de desarrollo en el estado, generando empleos directos e indirectos en múltiples cadenas de valor. La imposición de aranceles representaría un obstáculo para la inversión y el crecimiento del sector.
Por ahora, la incertidumbre persiste y los trabajadores deberán esperar hasta marzo para conocer el desenlace de esta situación. Mientras tanto, la industria se mantiene en un estado de cautela, con la esperanza de que se logre una solución favorable que proteja los empleos y la competitividad del sector.