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CIUDAD DE MÉXICO.- La Selección de México sufrió un revés la noche de ayer en el empate 2-2 contra el Valencia, uno de los peores equipos de la Liga española esta temporada. El seleccionador Javier Aguirre, llegó como una esperanza ante la poca claridad e inexperiencia de Jaime Lozano, quien a su vez reemplazó a Diego Cocca por su floja gestión, mismo que fue el sustituto de Gerardo Martino luego del fracaso en el Mundial de Qatar.
En un lapso de dos años, partiendo desde el mes de octubre del 2022, ha habido un desfile de entrenadores de todos los tipos. Mayores, jóvenes, con experiencia en la Liga MX y en el extranjero, con virtudes y debilidades muy distintas pero cada uno con los méritos necesarios para sentarse en las oficinas de una selección nacional tan popular a nivel mundial como la mexicana, pero con un nivel de juego plano y gris más parecido a otras confederaciones y sin un legado que marque la pauta para trabajar mejor en el futuro.
Los números del Tri en ese periodo
Hablando estrictamente del desempeño del combinado nacional basados en números, los registros arrojan que en dos años han jugado un total de 36 partidos contando amistosos, Mundial, Copa Oro, Copa América y Nations League. Su saldo es de 16 ganados, 10 empates y 10 derrotas. La situación se agrava si se toma en cuenta que el equipo carece de una identidad reconocida o un estilo de juego atractivo al público.
La gente empieza a hartarse
Anteriormente, la Liga MX servía como bálsamo de la afición a las continuas decepciones del equipo nacional, pero la baja asistencia que se reporta jornada a jornada da fe del hartazgo de la gente, ya insatisfecha con la propia competición local. El partido contra el Valencia, con gradas semi vacías en el Estadio Cuauhtémoc auguran un natural abandono de la gente hacia su futbol.