Obispo aboga por una colaboración sana entre Iglesia y Estado en Coahuila
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – El obispo de la diócesis de Piedras Negras, Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, expresó su postura en cuanto a la relación entre Iglesia y Estado en nuestro país, destacando la necesidad de crecer y mejorar en este aspecto. Según el obispo, la relación actual, que se remonta a 1992, requiere un avance significativo, especialmente en lo que se refiere a un concepto técnico conocido como «laicidad positiva», que promueve una colaboración sana entre ambas instituciones en beneficio de la sociedad.
«En eso tenemos que seguir trabajando mucho», afirmó el obispo, subrayando la importancia de una relación constructiva y de cooperación mutua entre la Iglesia y el gobierno. En sus primeros 15 días en Coahuila, Miranda Guardiola ha percibido una buena relación entre la Iglesia y las autoridades locales, tanto con los alcaldes como con el gobernador del estado. “Ya lo vimos al momento de asumir esta responsabilidad tan importante y esperamos continuar de la misma manera”.
El obispo mencionó que ya ha tenido encuentros positivos con varios líderes municipales, entre ellos el presidente municipal de Juárez, Juan Carlos Calderón, y la alcaldesa de Sabinas, Diana Haro Martínez. «Siento que hay una muy buena relación, además de lo que he venido escuchando con los sacerdotes que forman parte de esta diócesis de Piedras Negras», comentó, reiterando su disposición para trabajar conjuntamente por el bien de la población.
En este sentido, el obispo hizo un llamado tanto a los líderes religiosos como a los políticos para que realicen su labor con dedicación y responsabilidad, siempre pensando en el bienestar del pueblo y en su deber ante Dios. «México necesita mejorar; necesitamos buenos políticos y buenos sacerdotes. Así como nosotros necesitamos mejorar, lo mismo pedimos a los políticos, que hagan su trabajo con todo su corazón, pensando siempre en Dios», enfatizó Miranda Guardiola.
Finalmente, subrayó que la política es el arte de hacer el bien, un esfuerzo que, según él, está profundamente relacionado con los principios divinos. La visión del obispo es clara: una colaboración efectiva entre la Iglesia y el Estado es fundamental para el progreso y bienestar de la sociedad mexicana.
