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Capilla de San Juanita en la Lázaro Cárdenas: Un legado de Fe

Capilla de San Juanita en la Lázaro Cárdenas: Un legado de Fe

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Por: Cristina Flores Cepeda

Sabinas, Coahuila. – En el marco de la fiesta patronal de San Juanita, el historiador sabinense Gerardo García Ayala rememoró con detalle la historia de la capilla dedicada a la virgen de San Juan de los Lagos, ubicada en la colonia Lázaro Cárdenas de Sabinas. Este relato no solo refleja la devoción y la fe inquebrantable de sus habitantes, sino también la capacidad de organización y colaboración comunitaria que, a lo largo de décadas, ha permitido la construcción, ampliación y restauración de este importante templo.

Todo comenzó con la formación de un comité de vecinos liderado por la señora Chita Muñiz de López, quien junto con bienhechores y devotos de la virgen, se dieron a la tarea de cimentar y levantar las paredes de la capilla en honor a San Juanita. La junta parroquial, en aquel entonces presidida por Don Teodoro Rodríguez Villarreal, jugó un papel clave en el proceso, encargándose del vaciado del techo de la capilla.

El proyecto avanzó por la generosidad de los feligreses y, en junio de 1984, se recogieron ofrendas de una pequeña capilla del panteón San Fernando, propiedad de la familia Arriaga Iracheta, donde una imagen de la Virgen de San Juan de los Lagos se convirtió en objeto de devoción tras el supuesto crecimiento milagroso de su cabello. Con estos recursos, se costeó la colocación de la puerta, ventanas, piso, la construcción de la sacristía, bodega y la cerca perimetral, todo ello bajo la supervisión del arquitecto Jesús Humberto Dávila Arizpe.

Posteriormente, se construyó el campanario, los sanitarios y las primeras 20 bancas, muchas de las cuales fueron donadas por la Parroquia de Guadalupe durante una visita pastoral. Finalmente, en septiembre de 1984, el entonces obispo de Saltillo, Don Francisco Villalobos Padilla, bendijo la capilla, culminando así seis años de arduo trabajo y esfuerzo comunitario. La capilla se convirtió en un espacio de oración y centro de formación cristiana. El contador público Rodolfo Esquivel y su esposa, junto con otros devotos como Romeo Gutiérrez y su esposa, el doctor Mario Martínez Vallejo y su esposa, y Don Marcelino Vázquez y su esposa, fueron los pioneros en las pláticas de formación cristiana en la comunidad. Posteriormente, las hermanas franciscanas Sirenia Ballesteros y María Elena continuaron con esta labor catequética entre 1982 y 1990.

Entre las celebraciones religiosas que se llevan a cabo en la capilla destacan las fiestas de la Purificación de María, también conocida como Día de las Velas o Candelaria, el 2 de febrero, donde se bendicen los niños Dios y las semillas del próximo ciclo agrícola, así como la fiesta de la asunción de María Santísima justo este 15 de agosto. Desde aquellas fechas, se establecieron misas los sábados y posteriormente los jueves a las 6 de la tarde.

Sin embargo, la historia de la capilla también está marcada por momentos difíciles. La gran creciente del río Sabinas el 5 de julio de 2010 causó graves daños en la estructura del templo, afectando el piso y las paredes. Ante esta situación, el párroco de aquel entonces, Antonio Trujillo Pérez, decidió construir una nueva capilla más grande y funcional en la parte posterior del terreno, además de rehabilitar la antigua estructura para convertirla en un salón de reuniones, catecismo y bodega.

El nuevo proyecto, liderado por un comité integrado por la familia Zamora Carvajal, compuesto por el señor Jorge Zamora Hidalgo, Marla Guadalupe Carvajal y sus hijos, junto con el apoyo de numerosos bienhechores y la comunidad de la colonia Lázaro Cárdenas, logró en dos años la construcción de la obra negra del edificio. Durante este proceso, se rescataron y preservaron la imagen de la Virgen de la antigua capilla, el Sagrario, las 20 bancas de madera y las imágenes de las estaciones del viacrucis, elementos que continúan siendo un testimonio de la fe y la resiliencia de la comunidad.

A lo largo de los años, cada uno de los presbíteros que han estado a cargo de la capilla ha aportado su granito de arena para mantener vivo este legado, asegurando que la capilla de San Juanita siga siendo un faro de esperanza y devoción para la colonia Lázaro Cárdenas y más allá.

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