
Gerardo Preciado: Orgullo de Sabinas en el atletismo de alto rendimiento
-Con la vista en Los Ángeles 2028 y los pies en la tierra
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – Gerardo Preciado, un joven atleta de alto rendimiento, ha dejado una marca imborrable en el mundo del atletismo. Con 22 años, diez de ellos dedicados al deporte, ha logrado impresionantes registros: 1:51 en los 800 metros, 3:53 en los 1500 metros y con 4: 14:50 en los 5000 metros. Recientemente, en un evento regional en Culiacán, Sinaloa, obtuvo el segundo lugar en los 800 metros y el tercer lugar en los 1500 metros, destacando entre competidores de toda la región, incluido Coahuila. Actualmente, se encuentra en Sabinas en plena etapa de preparación para su próximo desafío: el Nacional de Primera Fuerza en la Ciudad de México, donde competirá en los 800 y 5000 metros, representando con orgullo a Sabinas y Coahuila.
Desde muy joven, Gerardo encontró su pasión en el atletismo, un deporte que siempre le ha gustado. Dedica entre 2 a 3 horas diarias a su entrenamiento, tanto en la Unidad Deportiva de Sabinas como cuando está en concentraciones en Ciudad de México también se aplica. «Estar a 2900 metros sobre el nivel del mar nos ayuda mucho físicamente», comenta Gerardo, quien reconoce que la altura le afecta, pero al mismo tiempo le proporciona un gran beneficio en su rendimiento.
A los 12 años, inició en el atletismo, no por elección propia, sino por la insistencia de su madre, Teresa Gutiérrez, quien lo inscribió en el deporte para canalizar su energía, “por lo desastroso”. Gerardo agradece especialmente al profesor Felipe González, quien ha sido una figura fundamental en su formación y disciplina. «Gracias al profesor Felipe González, que me mantuvo y todavía me mantiene en línea, por sus regaños, y a mi mamá, que hasta la fecha es mi principal porra. Estoy muy agradecido con ella».
El objetivo de este año para Gerardo era llegar a los Juegos Olímpicos de París, pero no logró alcanzar las marcas mínimas requeridas. Sin embargo, su mirada está ahora puesta en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. «Quisiera participar en unos Juegos Olímpicos, llevar a mi municipio Sabinas y al Estado de Coahuila en ellos es lo que más anhelo. Actualmente nos esperan Los Ángeles 2028 y hay que echarle más ganas. Es mi sueño, es lo que más anhelo, es mi visión y estamos enfocados en ello y nos preparamos a diario». Su régimen de entrenamiento es riguroso, corre entre 140 y 130 kilómetros por semana, con sesiones matutinas y vespertinas. “Hay que echarle más que ganas”
A diferencia de otros jóvenes de su edad que disfrutan de la diversión, Gerardo se dedica al deporte con seriedad y compromiso. «A veces se pone muy difícil tener tu mente muy concentrada en esto. Cuando un deporte es un hobby, lo puedes hacer dos días y dos días no, pero ya cuando estás en alto rendimiento, te topas con pared, estás en otros niveles». En cuanto a su alimentación, Gerardo admite que no sigue una dieta estricta: «Yo no tengo dieta, lo que veo, lo arremango».
El año pasado, Gerardo pasó seis meses en pretemporada en Ciudad de México, y actualmente, los entrenamientos en Sabinas se ven desafiados por el intenso calor de la región. Después de los nacionales de primera fuerza, iniciará la pretemporada con más entrenamientos y sesiones de gimnasio, siguiendo las indicaciones de su profesor. «Mantener la mente sana y activa es relevante para los eventos que se vienen antes de los Juegos Olímpicos de 2028. Seguir motivándonos de muchas formas. Siempre tengo en la cabeza cosechar triunfos, eso me gusta de mí. Soy muy aguerrido y siempre he querido ser el ejemplo de mucha gente de aquí de Sabinas, y creo que lo he conseguido por mi constancia, disciplina y no tener miedo a ser aventado».
Gerardo también agradece a sus patrocinadores, quienes han sido un apoyo constante en su carrera: Baldo Fernández, Chano Díaz, Régulo Zapata, el doctor Arizpe, Tina Carranza, su profesor Felipe González y, por supuesto, su madre Teresa Gutiérrez. «La humildad te hace grande», concluye Gerardo, demostrando que su éxito no solo se mide en marcas y medallas, sino también en su actitud y dedicación. El joven además es estudiante de ingeniería en Administración en el Tecnológico Nacional de México en la Región Carbonífera, sin perder de vista cada uno de sus objetivos.