
Juárez separó a Coahuila de Nuevo León y nos dio apellido: Ramiro Flores
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila.- En el marco del 218 aniversario del natalicio del Benemérito de las Américas, el profesor Ramiro Flore Morales, cronista Municipal y coordinador Regional de Cultura, señaló que los coahuilenses debemos honrar la memoria del licenciado Benito Pablo Juárez García, por varios motivos, el primero de ellos es que, cuando vino a Coahuila huyendo de las tropas francesas se estableció en Saltillo y ahí, fue ante el gobernador del Estado que estaba en Nuevo León y era Santiago Vidaurri quien no le quiso dar el dinero de las aduanas; “eso provocó el enojo de Juárez quien hizo dos cosas en favor de los coahuilenses”.
Una de ellas es que, después de 8 años de haber estado anexado con Nuevo León nuestro Estado, porque éramos una sola entidad Coahuila y Nuevo León, nos separó y nos dio apellido él fue quien impuso “Coahuila de Zaragoza” y, a él se lo debemos directamente. En lo que corresponde a los habitantes de la Región Carbonífera, en 1866 Juárez estando en Chihuahua expidió un decreto donde expropia terrenos al mayor latifundio que había de América, que era de la familia de los Sánchez Navarro y esas tierras se las dio a los soldados que lo apoyaron en las diferentes luchas contra los franceses.
“Esas son las tierras que hoy son San Juan de Sabinas, para dar paso al nacimiento de la villa de Sabinas; en aquel lugar, Juárez por decreto formó el municipio actual de San Juan de Sabinas y luego de las tierras que quedaron ahí que expropiaron. Los sabinenses compraron las tierras para fundar Sabinas pero Juárez fue el primer municipio de todo México que aún vivía Benito Juárez y le pusieron su nombre”, dijo el entrevistado después de formar parte de la ceremonia que se realizó en el municipio con motivo del natalicio del Benemérito.
Añadió que, tanto Juárez como Progreso, Sacramento, Lamadrid y Matamoros, todos esos lugares se van a deber gracias a la voluntad de Don Benito Juárez; señaló que aquí en Sabinas en 1906, el entonces presidente de la República Porfirio Díaz nos mandó la escultura que tenemos aquí en la plaza principal. “La envío a Zeferino Bernal y luego se estableció un comité y, fueron ellos, en consenso quienes decidieron la ubicación de la estatua en medio de esta plaza, ahí la colocaron. En total fueron 800 esculturas iguales por eso hay en igual número de municipios esta imagen. En aquel entonces fue un regalo el que se hizo y que todavía perdura.