
El piloto mexicano ha sido segundo en las dos primeras carreras, pero ha demostrado que es el único que puede plantarle cara al actual campeón y sigue con esperanzas de competirle a Verstappen
Marca
CIUDAD DE MÉXICO.- Sólo se han disputado dos carreras de Fórmula 1 en este inicio de temporada, pero las cartas ya están sobre la mesa. Verstappen está, una vez más, imparable, pletórico y parece difícil que alguien pueda plantarle cara. Red Bull no parece tener rival en este nuevo arranque de campeonato, pero si hay un piloto que parece destinado a poder competirle al menos ese es Checo Pérez, que ha quedado segundo en las dos carreras.
A día de hoy ni Leclerc, ni Sainz, ni Alonso, ni Hamilton… no parece que haya ningún piloto ni tampoco ninguna escudería que pueda poner en apuros a Verstappen… y Red Bull.
Es cierto que Checo no ha estado cerca del actual campeón del mundo en ninguna de las dos carreras, pero sus dos segundos puestos alimentan la esperanza de que pueda plantarle cara en los próximos compromisos, tal y como hizo el último año en las cinco primeras carreras, cuando fue incluso capaz de batir a Max en un par de ocasiones.
A esto hay que sumarle varios factores que pueden influir en el devenir de esta temporada que acaba de iniciarse. Por un lado, que Checo está más motivado que nunca porque acaba contrato y han sido muchos los que han dudado de su capacidad para estar en este asiento. Por otro lado, los problemas internos de Red Bull, con Verstappen involucrado en la polémica, mientras que Sergio se mantiene inteligentemente al margen de ellos.
A por todas
De momento, Checo está cumpliendo con lo que le pide Red Bull, pero da la impresión de que es el único piloto que puede dar más de un susto a Verstappen en las próximas carreras. Sus primeras actuaciones así lo acreditan. Está solo ante el campeón, pero debe ir a por todas.
El error en Arabia Saudita
Por segunda carrera de manera consecutiva en este inicio de temporada de la Fórmula 1, Sergio Pérez se subió al segundo peldaño del podio.
El Gran Premio de Arabia Saudita no fue fácil para el mexicano, pues tuvo que lidiar con una sanción de cinco segundos tras un incidente al salir de su parada en los pits durante el período de coche de seguridad, cuando casi se genera un choque con Fernando Alonso, de Aston Martin.
Los comisarios deportivos de la FIA le aplicaron a «Checo» Pérez cinco segundos de penalización en la carrera y luego le agregaron un punto a su licencia, con lo que llegó a un total de ocho en 12 meses.
Si bien la responsabilidad de lo sucedido puede ser pasada al equipo de técnicos, es Pérez quien asume la culpabilidad.
«He hecho una gran salida. Desafortunadamente, no pude mantenerme delante de Charles (Leclerc) porque se mantuvo ahí y, obviamente, le dejé espacio en la curva 2 y era su curva en la curva 4. Así que fue un buen comienzo, una buena salida una vez más. Y a partir de ahí, fui capaz de pasar a Charles, creo que en dos o tres vueltas. Y entonces se veía bien, la carrera», comenzó Pérez al repasar su carrera en Yeda
«Estaba a tres segundos de Max, y creo que la degradación en ese stint medio se veía bastante bien. Pero, por desgracia, entonces nos vimos comprometidos con un coche de seguridad tan temprano, y eso significó que, básicamente, todo el mundo entró en boxes», continuó.
¿Por qué fue su culpa?
«Cuando salí, en realidad fue un error mío, porque el equipo me dijo que esperara. Pero miré a la derecha y no había nadie cuando miré. Pero en retrospectiva, creo que la penalización fue correcta y eso comprometió bastante nuestra carrera», explicó.
Ver, oír, callar… y olvidarse de la guerra
Apesar de las dos victorias de Verstappen y los dos segundos puestos de Checo, las aguas bajan turbias en Red Bull por la polémica que se ha desatado en torno a Horner. El asunto ha creado un conflicto que también afecta ahora a Helmut Marko y la guerra se ha desatado en el seno del equipo austriaco.
Mientras Verstappen y su familia han entrado de lleno en el conflicto, posicionándose a favor de Marko, Checo está a lo suyo, calladito, como tiene que ser en este lío que huele a una lucha de poder realmente lamentable.
El piloto mexicano sabe que Max es el favorito para todo de Red Bull, pero precisamente por eso ahora debe estar más al margen que nunca de los problemas que salpican a la marca austriaca. Debe ver, oír y callar. Observar los acontecimientos pero dedicarse plenamente a trabajar y estar concentrado en lo deportivo.
Verstappen siente la impunidad del campeón. Se ve con la suficiente fuerza para entrar en esta guerra, pero que no se equivoque, que también puede salir trasquilado de esta polémica. Por eso Checo debe mantenerse al margen y buscar sólo mejorar en lo deportivo sin entrar en otras disputas sin sentido para él. Que piense en su futuro y se olvide de Verstappen y sus ansias de poder.