Dicen que “enero y febrero, desviejadero; marzo y abril, de todo ha de ir”, y de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los meses con el mayor número de decesos durante el año pasado fueron enero y febrero.
Accidentes, homicidios, suicidios y enfermedades, por eso mueren.
Durante 2022 se registraron 847 mil 716 muertes. ¿Cuántas se pueden evitar? Miles, porque muchas ocurren en los hogares, en el vecindario y por negligencia.
En 2022, se registraron 84 mil 943 defunciones por causas externas. Las ocasionadas por accidente representaron 44.09% (37,450); las causadas por homicidio, 39.19% (33,287) y 9.70% (8,239) fue por suicidio.
La violencia es uno de los cánceres sociales que avanza gracias a la impunidad, la omisión y la corrupción.
De acuerdo con el Inegi, son los hombres los que más mueren por homicidio y las lesiones más frecuentes que provocaron la muerte fueron por arma de fuego, con 22 mil 309 casos y contacto traumático con arma blanca, que provocó 3 mil 228 casos. Siguió el ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación, con 2 mil 461 casos. Mayo fue el mes más letal.
El Inegi dio a conocer los resultados definitivos de las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR), correspondientes a 2022. Y en ese estudio se dedicó un apartado a las muertes o “evento de intención no determinada”, donde hubo 5,918 casos.
De acuerdo con la información asentada en los certificados de defunción, hay un porcentaje de muertes accidentales y violentas que se clasifican como “eventos de intención no determinada”, porque la información disponible en el certificado de defunción no permite clasificar la muerte como un presunto homicidio, un presunto suicidio, un presunto accidente o una intervención legal, pero en todos los casos hubo violencia.
Por entidad federativa, mil 549 muertes correspondieron a la Ciudad de México, después el Estado de México con mil 273 y, en tercer lugar, Jalisco con 554 muertes.
Guanajuato es el estado donde más homicidios se registraron con 4,329 asesinatos; el Estado de México es donde ocurren más accidentes (3,257) y Yucatán con el mayor número de suicidios, con 374.
Otro dato revelador es el de las muertes por accidentes. Es la sexta causa de muerte en México (37 mil 450 defunciones).
El Inegi confirma que las cinco principales causas de muerte a nivel nacional fueron: enfermedades del corazón, diabetes mellitus, tumores malignos, enfermedades del hígado y la enfermedad por el coronavirus 2019.
Por edades, las estadísticas nos muestran datos preocupantes:
Entre los mexicanos y mexicanas de entre cinco y 14 años de edad, la primera causa de muerte son los accidentes; entre las y los niños de uno y cuatro años es la segunda causa y la cuarta entre los menores de un año.
Los suicidios son la tercera causa de muerte entre los y las adolescentes de 15 y 24 años; la cuarta entre los que tienen entre 10 y 14 años.
La neumonía y diarreas agudas también están entre las primeras diez causas de muerte en los menores de cinco años.
Los datos que integran las EDR los suministraron 5 mil 84 fuentes de información. Y también se realizó el proceso de confronta con la Secretaría de Salud (SS) para cuatro grupos: defunciones maternas, muertes de menores de cinco años, agresiones (presuntos homicidios) y las provocadas por causas sujetas a vigilancia epidemiológica (incluyen las que causó la pandemia por covid-19).
Las causas de muerte de los mexicanos se obtuvieron a partir de los certificados de defunción suministrados por las Oficialías del Registro Civil y los Servicios Médicos Forenses. El Inegi informó que la información se complementó con las actas de defunción del Registro Civil y los cuadernos estadísticos proporcionados por las Agencias del Ministerio Público.
Por cierto, Morelos, CDMX y Chihuahua tuvieron las tasas más altas de defunciones por cada 100 mil habitantes.
El excelente trabajo del Inegi debiera ser una guía para las autoridades de los tres niveles de gobierno, para implementar políticas y trabajo social en las comunidades y sectores donde las muertes pueden evitarse. No olvidemos que muchas de las muertes, asesinatos o suicidios ocurren frente a los familiares y en los hogares mexicanos.