
Jorge Luis Ríos
ACUÑA, COAH. – Es difícil de erradicar el tráfico de aves ya que mientras haya quien las compre, seguirá predominando, haciendo un daño irreversible al ecosistema, aseveró, Samuel López De Aquino coordinador del área científica el museo de las aves de México.
“El tráfico de especies de la flora y la fauna es uno de los negocios ilegales más lucrativos, después del de las drogas y las armas. La comparación resulta sorprendente cuando se piensa en las ingentes cantidades de dinero que generan las dos últimas. ¿Cómo es posible que las plumas de un ave, el colmillo de un rinoceronte o la piel de un felino puedan tener tanto valor en algunos mercados? La razón es bastante simple: modas, demanda y oferta; economía inescrupulosa pura y dura”, explicó.
Para acabar con el tráfico de especies, debiera cambiar la cultura entre la población para que ya no compre, porque en la medida en que ya no compre la gente, la persona que trafica se tendrá que dedicar a hacer otras cosas y entonces en vez de sustraer especies, lo que va a hacer es cuidarlas, aseveró el Biólogo.
Refirió que en México hay una legislación que permite tener aves en casa, siempre y cuando sean criadas conforme la especie lo requiera y que autorice la autoridad, pero desafortunadamente la gente no conoce esto y entonces cuando un vendedor de pájaros oferta, la gente los compra así nada más, sin saber que deben de poseer un anillo que significa que hay un permiso para la venta.
El tráfico que predomina en el norte de México es el perico, porque la gente desea a una mascota que hable, que diga cosas; porque son simpáticos, pero desafortunadamente no todas las especies de pericos hablan, solo una, y los vendedores tristemente pintan aves para que parezcan pericos que hablan y las ofrecen desde los 700 a los 4 mil pesos, la gente los compra y es engañada porque nunca hablarán.