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ESTADOS UNIDOS.- Aaron Rodgers ni siquiera ha debutado como estrella de los Jets de Nueva York. Pero ya acordó con la franquicia de la Conferencia Americana una extensión de contrato rumbo a la temporada 2024 de la NFL.
Sin embargo, aunque la noticia sea muy llamativa la realidad es que todo forma parte de una estrategia por parte de los Jets. Ésta busca para evitar traspasar el tope salarial del siguiente año. De hecho, se trata de una reestructuración del contrato que el quarterback de 39 años firmó aún con los Green Packers por tres años y 150 millones de dólares en 2022, justo antes de ser cambiado a los de Nueva York.
Con estos cambios, para la temporada 2023 los Jets le pagaran 75 millones de dólares garantizados a cambio de dos años en lugar de uno como el trato inicial. Por lo que el cuatro veces Jugador Más Valioso de la NFL aceptó una reducción de salario de casi 35 MDD, para poder jugar por lo menos una campaña más y así romper la malaria de los Jets sin ganar el Super Bowl en más de 50 años (1969).
“El equipo entregó piezas significativas para que solo fuera un contrato de un año”. Soy consciente de eso. Cualquier cosa podría pasar con mi cuerpo o el éxito que tenemos este año. Pero me lo estoy pasando genial, así que realmente no veo esto como un año y listo”, apuntó recientemente en una conferencia de prensa.
Aaron Rodgers y los Jets verán acción en la pretemporada de la NFL cuando enfrenten el tres de agosto a los Browns de Cleveland. El 12 a las Panteras de Carolina, el 19 a los Bucaneros de Tampa Bay y el 26 a sus vecinos Giants.