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TIRIPETIO, MICH. -Mientras realizaban una protesta porque no recibieron su beca estatal desde hace meses, los estudiantes normalistas de Tiripet?o fueron acusados de cometer «hechos delictivos» y se enfrentaron a la polic?a, un estudiante result? herido de bala en la cara, mientras un n?mero indeterminado resultaron lesionados.
Los estudiantes pertenecientes a la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga en Tiripet?o, Michoac?n, bloquearon las v?as del tren que pasa por la localidad, llegaron los agentes estatales y federales, se refugiaron en las instalaciones del centro educativo.
Al menos 60 elementos de las fuerzas de seguridad los siguieron hasta ese lugar y detuvieron a uno de los normalistas. En ese momento, los estudiantes los encararon, pero, cuando retrocedieron, los oficiales les dispararon.
Un comunicado de los estudiantes asegura que «elementos de la Polic?a» entraron en las instalaciones «mientras j?venes de cuarto grado realizaban actividades de brigadeo» y eso «ocasion? un disturbio».
El suceso concluy? con la lesi?n de «un compa?ero que recibi? un impacto de bala en la cara», mientras que la vida de otros j?venes corre peligro «por la gravedad de las heridas» que sufrieron.
En un fuerte video difundido en redes sociales se aprecia c?mo el estudiante Gael Solorio es atendido por sus compa?eros y se desvanece mientras abundante sangre corre por su rostro. Adem?s, en otras fotograf?as se pueden ver casquillos de bala.
Por su parte, las autoridades aseveraron que los estudiantes retuvieron diversos camiones y la Polic?a los intent? recuperar. Adem?s, la Secretar?a de Seguridad P?blica asegur? que dialogaron con los normalistas para liberar las v?as, pero los estudiantes incendiaron dos camionetas y un autob?s.
Finalmente, esos presuntos «hechos delictivos» provocaron que seis polic?as resultaran lesionados durante el operativo.
Las escuelas normales rurales de M?xico, vigentes desde los a?os 20 del siglo pasado, forman a j?venes de escasos recursos para que vuelven a comunidades y eduquen a ind?genas y campesinos. Hoy en d?a sobreviven 16 centros educativos de ese tipo y, por su activismo pol?tico, sus integrantes se enfrentan frecuentemente con las autoridades.
«Los ataques a normalistas rurales corresponden a un patr?n de conducta represiva desbordado en Ayotzinapa, con el saldo hist?rico de 43 estudiantes desaparecidos» en septiembre de 2014, escribe el articulista Julio Hern?ndez L?pez.
Desde entonces, la represi?n contra los estudiantes de estas escuelas rurales mexicanas no ha parado. El propio gobernador de Michoac?n, Silvano Aureoles, se congratul? de la ‘garrotiza’ que recibieron los estudiantes de Tiripet?o el 9 de junio, cuando la Polic?a los intercept? mientras viajaban al estado de Aguascalientes para apoyar a sus compa?eras del poblado de Ca?ada Honda.
El Gobierno de Aureoles se ha destacado por el uso de la fuerza policial, como ocurri? en este a?o con los pueblos ind?genas de Caltzontzin y Arantepacua.
