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Nuestro ?mes?as tropical?

Nuestro ?mes?as tropical?

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Aqu? en?confianza

Iv?n Garza Garc?a?

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Nuestro ?mes?as tropical?

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La imagen que muestra al Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tratando de ver el muy mentado eclipse sin protecci?n alguna, pese a las cientos de miles de advertencias que inundaron los medios y redes sociales, le dio la vuelta al mundo. Los expertos astr?nomos de la NASA fueron deso?dos por el g?ero, a quien unos pocos segundos le bastaron para ser (nuevamente) el protagonista de un sinn?mero de burlas a trav?s de los ya indispensables memes.? Seguramente no pocos hicieron lo mismo que el magnate convertido en mandatario; sin embargo, a los ojos del mundo este nuevo disparate constituye un episodio m?s de la tristemente c?lebre historia que, para pesar de los norteamericanos, apenas comienza a agarrar vuelo. Poco, muy poco dur? la luna de miel entre la sociedad y el gobierno del poderoso vecino del norte. Trump fue visto por una buena parte de sus compatriotas como una garant?a de cambio y avance al considerarlo diferente al resto. En efecto, las caracter?sticas del neoyorkino no correspond?an al estereotipo de la tradicional clase pol?tica republicana. Entonces Donald era un personaje millonario entregado a los negocios y la far?ndula, visto por sus connacionales como un celebrity m?s. Su controversial fama derivada de los esc?ndalos personales y su incursi?n en la industria del entretenimiento, lo llevaron a adquirir una s?lida presencia en la escena pol?tica. Es innegable, el tipo se convirti? en un fen?meno.

Durante su campa?a saltaba al templete, y con irreverencia esbozaba un par de ideas mal hiladas; as? la gente se re?a de sus bromas y le festejaba sus bravatas. Atacaba a sus oponentes sin el menor recato; creaba enemigos comunes y recetaba a sus seguidores frases sencillas de entender. Poco import? la inviabilidad de su oferta pol?tica, ba?ada de puntadas y ocurrencias; el pueblo poco a poco ca?a en la trampa y se le entregaba con un simple chasquido de dedos. Pero, ?En qu? momento los norteamericanos decidieron tomar en serio a un personaje creado por el marketing para dirigir los destinos de una naci?n? ?Cu?ndo fue que la pol?tica se abarat? a tal grado? ?Por qu? ahora lo m?s simple (aunque sea lo menos importante) es lo que se toma en cuenta para ganar simpat?as pol?ticas? ?C?mo una campa?a basada en la supremac?a y la discriminaci?n fue tan exitosa? ?En qu? momento los chistes y bufonadas resultaron ser m?s redituables que las propuestas concretas y serias?

El hombre que decidi? gobernar al otrora pa?s m?s poderoso del mundo v?a twitter, se lanz? a la aventura pol?tica para ganar, solo por ganar, como si se tratara de un reto personal. A decir de sus paisanos, el hoy Presidente ha degradado el quehacer gubernamental como ning?n otro en la historia contempor?nea. Cada d?a que pasa en la Casa Blanca se producen nuevos yerros. Ayer el Donald del ?cambio? mir? fijamente al sol para ser testigo de un eclipse; eso es un acto irracional, pero antes ya hab?a propuesto que se impidiera la entrada al territorio norteamericano a viajeros y refugiados de algunos pa?ses musulmanes, como tambi?n orden? la suspensi?n de los fondos para las llamadas ciudades santuario, por ser amigables con los migrantes. Con su intenci?n de dejar sin efectos el Obamacare, Trump gener? la posibilidad de que millones de estadounidenses pierdan el acceso a los servicios de salud; esto, sin contar con su propuesta de reducir los impuestos a los m?s ricos, lo que golpear?a fuertemente a la clase trabajadora de aquel pa?s. El supuesto contubernio con el gobierno ruso y las filtraciones del FBI; la amarga relaci?n que el anaranjado personaje ha sostenido con los medios de comunicaci?n; su capricho de separar dos naciones con un muro, y su desafortunado enfrentamiento con Corea del Norte, son hechos que afianzan el caos y ponen a temblar no solo al norte?o pa?s, sino al resto del mundo.

Esa es la pol?tica de hoy en d?a, en la que con una arenga ?simplona?, ?fake news? y harta publicidad se puede acceder al poder, para luego volverlo en contra de la misma gente que en alg?n momento crey? en mejorar sus condiciones de vida a trav?s de una renovaci?n pol?tica.

Aqu? en confianza, si en los Estados Unidos un hombre fue capaz de engatusar a m?s de 63 millones de electores a trav?s de un discurso ret?rico y populista, ?qu? le espera a nuestro pa?s a partir del 2018? Nosotros no curtimos mal las vaquetas; ac? de este lado tenemos nuestro propio ?mes?as tropical?. Se los dejo para la reflexi?n.

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