Por: Armando Fuentes
CIUDAD DE M?XICO .- Do?a Jodoncia fue atropellada por un raudo autom?vil cuyo conductor ni siquiera detuvo su veloz carrera despu?s del atropellamiento. Un oficial de tr?nsito le pregunt? a la mujer: «?Pudo usted a ver la placa del veh?culo?». «No, – contest? do?a Jodoncia, rencorosa-. Pero en cualquier parte reconocer?a las carcajadas de mi yerno»… Don Calvino, predicador, ten?a una hija de notables atributos anat?micos. La chica fue a estudiar a otra ciudad, pero bien pronto abandon? los estudios, pues sinti? otra vocaci?n muy diferente. Poco despu?s dos se?oras pertenecientes a la iglesia de don Calvino hablaban acerca de la chica. Coment? una: «El pastor est? en un grave dilema». «?Por qu??» -pregunt? la otra. Explic? la primera: «Su hija triunf? como bailarina de burlesque. Es la m?xima estrella en ese tipo de espect?culos; gana mucho dinero; aparece en peri?dicos y revistas. Y don Calvino est? en un dilema: no sabe si avergonzarse de su hija o sentirse orgulloso de ella»… En una fiesta un tipo le dijo a otro: «Aquella chica es muy entrona y muy salidora». «?Oiga usted! -protest? el otro-. ?Es mi hermana!». «Bueno -aclar? el primero-. Digo que es muy entrona y muy salidora porque le gusta mucho el entra y sale, entra y sale». (No le entend?). La designaci?n de Luis Videgaray como Canciller al frente de la secretar?a de Relaciones Exteriores es una muestra m?s de que la casta que nos gobierna ha perdido todo sentido de la pol?tica y de la dignidad. A ese se?or se debe la humillaci?n que M?xico sufri? con la visita del nefasto Trump. El hecho de que el republicano haya sido electo no aminora en modo alguno la grave culpa de Videgaray, a quien nada puede salvar de la ignominia en que incurri?. Eso por una parte. Por otra, el absoluto desconocimiento que el personaje tiene de esa importante secretar?a, ignorancia confesada por ?l mismo, lo descalifica ipso facto para ocupar el elevado cargo que ahora se le da. Su designaci?n por Pe?a Nieto es de una desfachatez que irrita; un nuevo acto de soberbia frente al pueblo de M?xico. Que pase pronto el tiempo, para sacar del gobierno a esta mala casta de pol?ticos a quienes el poder ha envanecido en tal manera que no tienen ya ni el m?s peque?o resto de decoro y sensatez. El taxista iba manejando con velocidad y sin tomar precauciones entre el intenso tr?fico de la ciudad. Le dijo su asustado pasajero: «Por favor tenga cuidado. Soy padre de 15 hijos». Replic? el taxista: «Es usted padre de 15 hijos ?y me pide a m? que tenga cuidado?». La mam? de Pepito le repasaba la lecci?n de Geograf?a. «?Cu?l es la capital de Coahuila?». Pepito no supo. «Es Saltillo -le dijo la se?ora-. Y por no haberlo sabido no te dar? sal hoy en la noche». Le pregunt? en seguida: «?Cu?l es la capital de Aguascalientes?». Tampoco pudo contestar Pepito. «Es Aguascalientes -lo ilustr? la mam?-. Y por no haberlo sabido no te dar? agua hoy en la noche». En eso el pap? de Pepito le pidi? a su esposa: «Hazme a m? una pregunta». Propuso la se?ora: «?Cu?l es la capital de Sinaloa?». El hombre no pudo contestar. Despu?s de consultar su libro Pepito le dijo a su mam?: «?Le das t? la mala noticia o se la doy yo?»… En su ?ltimo d?a de servicio un soldado hall? una mina explosiva dejada por el enemigo. La desactiv? cuidadosamente y luego le pidi? a su capit?n permiso para llevarse el artefacto a su casa. El superior se asombr?: «?Para qu? demonios quieres una mina en tu casa?». Explic? el soldado: «Tengo ciertas sospechas, mi capit?n. Al llegar a mi casa activar? la mina y la pondr? en la puerta de atr?s. Luego entrar? por la del frente y gritar?: ‘?Ya llegu?, mi amor!’. Luego me sentar? a o?r la explosi?n». FIN.
MIRADOR
Aquel hombre ten?a un erial lleno de ortigas y cardos espinosos, y ten?a tambi?n un jard?n colmado de flores y de ?rboles llenos de preciosos frutos.
El erial lo dio a uno de sus hijos, que era muy trabajador. El jard?n lo entreg? a otro de sus hijos, que era muy perezoso.
Al cabo de alg?n tiempo el hijo trabajador hab?a convertido el erial en un jard?n.
Y al cabo de ese mismo tiempo el holgaz?n hab?a convertido el jard?n en un erial.
Pens? el hombre:
-El pobre que trabaja va para rico. El rico que no sabe trabajar va para pobre.
?Hasta ma?ana!…
MANGANITAS
«. La Sierra Madre es destruida por fraccionadores.».
Lo hacen con todo cinismo
aunque a ninguno nos cuadre.
A la pobre Sierra Madre
le est?n dando en donde mismo.