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Carpe Diem!

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By:Me

De camino hacia su monasterio, dos monjes budistas se encontraron con una bell?sima mujer a la orilla de un r?o. Al igual que ellos quer?a cruzar el r?o, pero ?ste bajaba demasiado crecido. De modo que uno de los monjes se la ech? a la espalda y la pas? a la otra orilla. El otro monje estaba absolutamente escandalizado y por espacio de varias horas estuvo censurando su negligencia en la observancia de la Santa Regla. ?Hab?a olvidado que era un monje? ?C?mo se hab?a atrevido a tocar una mujer y a transportarla al otro lado del r?o? ?Que dir?a la gente? ?No hab?a desacreditado la Santa Religi?n? etc?tera. El acusado escuch? pacientemente el interminable serm?n y al final estall?: «Hermano, yo he dejado aquella mujer en el r?o. T?, ?aun la llevas encima?» Cuando las personas no dejan de darle vueltas a los pecados de los dem?s, uno sospecha que esa insistencia le proporciona m?s placer del que el pecado proporciona al pecador. (An?nimo)
Para sonre?r.- Don Alejo ten?a un TORO REPRODUCTOR, el mejor toro de la regi?n. Ese toro era su ?nico patrimonio. Los ganaderos locales descubrieron que el toro era el mejor reproductor de la zona, comenzaron a ALQUILARLO para cruzar sus vacas, comprobando que de ese cruce, sal?an los mejores terneros y el toro se convirti? en la ?nica y principal fuente de ingresos del campesino.

Adem?s el TORO era rendidor y r?pido, no perdonaba a ninguna vaca que le pasara cerca,
y parec?a que nunca se cansar?a de engendrar.

Un d?a, los ganaderos se reunieron
y decidieron comprar el toro para no depender m?s de don Alejo.

Un representante fue y le dijo:

?Ponele precio a tu toro que te lo vamos a comprar?

El campesino, que no quer?a perder su fuente de ingresos, pidio una cifra absurda para que fuera rechazada.

Los ganaderos se quejaron al Alcalde por el precio del animal, y ?ste, sensibilizado con el problema, compr? el toro con fondos municipales, registr?ndolo como PATRIMONIO MUNICIPAL y poni?ndolo al servicio de toda la comunidad.

El d?a de la inauguraci?n de los servicios, los ganaderos trajeron sus vacas para que el toro las pre?ara. Le pusieron la primera, y nada.

?Debe ser la vaca – dijo uno ? es muy flaca?.

Le trajeron una gran campeona Holandesa, el toro la olfate?, y ??nada!!

Le pasaron el rodeo entero, pero
? El toro ni se inmut? !

El Alcalde, furioso, llam? al ex-due?o y lo increp? a solucionar el problema…

Se hab?a gastado el dinero de los contribuyentes y no quer?a pensar que todo fuera una estafa m?s.

Don Alejo se acerc? al toro y le habl? al o?do:

– ? Qu? hac?s hermano Toro!,

?No quieres trabajar m?s?

El Toro lo mir? largamente…

y desperez?ndose, le respondi?:

?PERO COMO QUIERES QUE TRABAJE?
NO VES QUE AHORA SOY FUNCIONARIO P?BLICO

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