Home OPINIÓN Algo que vale la pena contar

Algo que vale la pena contar

0
0

ALBERTO BOARDMAN

La insoportable levedad de lo que no pudo ser

«El hombre nunca puede saber qu? debe querer, porque vive s?lo una vida y
no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni enmendarla en sus
vidas posteriores» M. Kundera
Hace algunos d?as comenc? a escribir un cuento, tiene que ver con mec?nica
cu?ntica, teor?a de cuerdas, consciencia existencial y sobretodo la defensa
inapelable de la existencia real del ?hubiera?. Me explico.
Es com?n escuchar que el com?n denominador de las personas suele utilizar
en exceso el famoso axioma: ?El hubiera no existe?. Pero le cuento un secreto,
la verdad es que SI existe. En resumen gran parte de la trama del cuento trata
precisamente de eso.
Si el hubiera no existiera, no ser?amos capaces de experimentar por ejemplo,
como dice Sabina, aquella nostalgia peor, la de a?orar aquello que nunca jam?s
Tampoco existir?an el arrepentimiento, el sentimiento de culpa, y dice tambi?n
con toda la raz?n Fernando Rivera Calder?n en su famoso ?Diccionario del
caos?: ?El hubiera es una de las formas de la esperanza, pero ?sta en vez de
cifrarse en el futuro, mira al pasado como todo un oc?ano de posibilidades. El
hubiera es la esperanza de que el pasado pudo haber sido mejor, el hubiera
existe, es un universo paralelo donde todos estamos haciendo en este instante
eso que hubi?ramos querido hacer?
?Maestro! Siempre he pensado que el d?a en el que dejamos de incluir en los
estudios la filosof?a, de preguntarnos cosas, comenzamos a transformarnos en
aut?matas de Asimov. Pero bueno, regresando al punto ?Qu? a d?nde quiero
llegar con todo ello? Vamos para all?.
De manera natural y con mayor frecuencia en estos tiempos que vivimos,
los seres humanos en el andar por la vida solemos dejarnos seducir por la
esclavitud de los ciclos, de las zonas de confort y una especie de ceguera
habituada en una din?mica de vivencia d?a a d?a, regularmente adem?s,
bastante ego?sta.
La rapidez obligada a la que viaja este mundo nos limita de sobremanera la
posibilidad de dimensionar nuestras acciones, conductas e incluso omisiones
sobre nuestro actuar presente. As?, muchas personas apenas logran darse
cuenta de lo que realmente est? sucediendo a su alrededor.
Lev?ntate, deja a los ni?os en la escuela, llega al trabajo, sop?rtalo y
frecuentemente defiende a capa y espada tu derecho de continuar en ?l, sal a
comer, regresa al trabajo, llega a casa, duerme y vuelve a empezar. Y los fines
de semana frecuentemente el patr?n se duplica una y otra vez.
Estamos tan ocupados repitiendo mec?nicamente el modelo que apenas nos
damos cuenta del tiempo que pasa. Y de las gentes que nos pasan.
«El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados, s?lo puede intuir y
adivinar lo que de verdad est? viviendo; y despu?s, cuando le quitan la venda de
los ojos, puede mirar al pasado y comprobar qu? es lo que ha vivido y cu?l era
su sentido.» M. Kundera
Entonces de pronto alg?n tipo de situaci?n an?mala, por ejemplo, el
fallecimiento, casamiento, graduaci?n, cambio de vida o de patrones de
nuestro universo personal, nos sacude aunque sea apenas por un momento.
Despertamos y es justamente en ese instante que escuchamos la voz del
?Hubiera…?.
Si un ser querido obtuvo visa permanentemente en el pa?s de los sue?os, si un
hijo se fue a estudiar fuera de la ciudad y probablemente no regrese en el corto
plazo, hubi?ramos querido entonces, en ese pret?rito imperfecto, haber hecho
muchas cosas m?s con ?l y por ?l. Logramos dimensionarlo justo ah?, en ese
preciso momento. Nada puede hacerse ya, m?s que experimentar esa nostalgia
por de lo que nunca jam?s sucedi?.
Pero si en nuestro razonar aderezado suficientemente con dosis precisas de
psique, existe todav?a un est?mulo adecuado, podr?amos todav?a intentar dar
a ese ?hubiera?, un valor real y adicional. ?C?mo? Aferrando esa nostalgia de
esperanza a lo que todav?a nos queda por vivir, con quienes todav?a lo podemos
Haga la diferencia, atr?vase a burlar las reglas tediosas de la cotidianidad y la
rutina; libere su esp?ritu y d?jese llevar por el impulso que le haya dictado en
otras circunstancias ese ?hubiera?. Podr?a comenzar por ejemplo, a hacerlo a
prop?sito de las fechas con la Madre que todav?a tiene, con los hijos, esposa,
amigos, permita que ese ?hubiera? evolucione a ?S?, lo hice?
«Muchos hombres quisieran ser due?os del futuro, tan s?lo para poder cambiar
un poco su pasado.»
Somos lo que hemos le?do y esta es palabra de lector.

Contacto: radioelitesaltillo@hotmail.com – Twitter: Al Boardman

DEJE SU COMENTARIO

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *